martes, 3 de febrero de 2015

De necesidades y revisiones

¿Qué hacer con la necesidad? Revisamos muchos conceptos en nuestras vidas, revisamos el amor, las relaciones humanas en general, el "no es no", los límites, el consentimiento, los prejuicios, las estructuras de poder, cada una de las diferencias humanas. Lo revisamos todo y nos encontramos con una gran sopa de ideas con las que intentamos montar algo con sentido.

Cada vez que miro internet, la mismas páginas que solía abrir, me choca la cantidad de temas sexuales. A veces tengo la impresión que es lo único de lo que se habla. Leo una entrevista, interesante en muchos sentidos, que pone al mismo nivel la necesidad de comer y la necesidad de sexo. Me escandalizo por momentos. Quien opina así, ¿conoce de las hambrunas que hay en el mundo? Puede que sí, puede que aun conociéndolas le parezca que está al mismo nivel. Pero a mí se me revuelven las tripas y se me revuelve el cerebro con esa comparación. ¿Debería revisarme también por esto o está bien que no me guste?

¿Qué hacer con la necesidad? ¿Qué hacer con la necesidad de afecto? He escrito sobre esto tantas veces ya... Sigo pensando en ello. La teoría del poliamor está muy bien y suena genial. Y yo quiero eso, y más. Yo quiero todo. Quiero no sentir este deseo que parece insuperable por momentos y que me bloquea entera. Me bloquea las palabras, el pensamiento, el sentir de cualquier otra cosa. Quiero no enamorarme o hacerlo de otra manera. Quiero que me baste con lo que reciba, aunque sea poco. Pero no funciona solo con pensarlo, solo con racionalmente llegar a la conclusión de que sería mejor, no va así.

Extrapolo este sentir mío a otras personas en situación de necesidad afectiva. Que son más o menos, todas las personas que viven en el margen. Cada una con sus particularidades.

Luego pienso en el bulling y otras forma de presión social excluyente, algunas de ellas con violencia física incluida. Y pienso en nuestra super solución para arreglar los problemas del mundo, hablar hablar y hablar. Y lo mezclo también con mi experiencia con criaturas varias, y el ideal de una educación con perfecta paz, harmonía, buenos sentimientos y valores feministas.

Creo que el feminismo que me gusta se olvida sistemáticamente de las criaturas. Habla de adultismo, pero lo practica mientras lo hace.

Igual que se olvida de la pobreza, incluso mientras la sufre. Como si no fuera con nosotrxs, como si la exclusión por pobreza no fuera una realidad. Las personas que mueren de hambre ¿necesitan el sexo tanto como la comida? ¿Necesitan el afecto tanto como la comida? Me da la impresión que necesitan afecto, pero no tanto el sexo. Quizá soy yo que soy rara, lo asumo, es así, no soy una muestra representativa de la sociedad. He llegado a desear el contacto sexual con otra persona hasta el punto de sentir dolor físico, pero sigo pensando que el afecto y la comida son más importantes.

Leo sobre adicciones, leo con sorpresa una noticia en la que quien escribe se sorprende de descubrir que las adicciones tienen una componente emocional importante, que dependen de su situación personal. Lo que me sorprende es su sorpresa, ¿no es evidente esta conclusión? Me pasa a menudo, asumo que todo el mundo sabe lo que yo sé, pero no. Igual que yo no sé tantas cosas. La gente no suele tomarse bien cuando me sorprendo de que no sepan las cosas, y yo lo siento, no es con mala fe.

Las adicciones se superan mucho mejor con una buena situación personal y emocional. Bien, pero, ¿cómo llegamos a ella? ¿Nos dedicamos a "rescatar" a la gente? Eso no nos gustaba, porque es paternalista y el paternalismo no nos gusta. Es como lo de la pobreza, con 50 euros no voy a arreglar nada, y yo también estoy (teóricamente) por debajo del humbral de la pobreza, así que no hago nada. Hay tanta gente con tantas carencias afectivas que ¿cómo cubrir las necesidades de todas? Y más ¿cómo voy a hacerlo yo que también tengo grans problemas de carencias afectivas?

Yo no hubiera hecho nada con mi vida si no me hubieran ayudado, sería una sombra en vida o habría muerto. Cuando hablamos de dependencias y de capacidades siempre lo tengo presente. Yo también me siento discapacitada, solo que no de manera visible. Cada vez que veo a alguien hablando del tema "diversidad funcional" en parte me siento aludida, aunque a la vez me doy cuenta de que la persona que habla no me incluye en ese grupo. Es uno de mis cortocircuitos mentales cuando me muevo por el mundo, especialmente en espacios feministas. En cuanto a leído mujer, y a menudo, leída lesbiana, tengo un espacio para mí, pero luego se espera que me comporte de manera sociable. O quizá no se espera, pero lo siento así. ¿Cómo evitar eso? ¿Cómo hacer que todas las personas, con sus infinitas variaciones, se sientan aceptadas e incluídas?

En temas de poliamor, consentimiento y feminismo en general se dice eso de "pregunta". Yo pregunto mucho, pero entonces la gente se me queda extrañada. Me dicen que por qué pregunto tanto. Supongo que pregunto cosas evidentes, pero es que para mí no son evidentes. Pensaba, por ejemplo, en que cada vez que llegue el momento de "darse dos besos" debería preguntar. Y luego he pensado que nadie lo va a entender. O muy pocas personas. Y me pregunto qué sentido tiene que yo, que tengo inmensos problemas de sentir rechazo social, haga lo que para mí es un esfuerzo titánico como preguntar verbalmente algo que me parece tan intimo o tan contrario a las normas sociales, sabiendo que lo que más encontraré será rechazo. Y sin embargo, muchas personas dan dos besos sin querer hacerlo, sintiendo rechazo hacia el contacto físico a cualquier nivel. La única razón por la que lo haría es porque creo que soy de las pocas personas que se dan cuenta de ello.

Hay personas que sienten rechazo hacia cualquier contacto físico, y hay personas que si no son abrazadas y tocadas continuamente no se sienten acogidas. La única solución es preguntar, pero preguntar genera agotamiento, y a algunas personas, nos cuesta especialmente hacerlo. También a algunas nos cuesta más que a otras contestar cuando nos preguntan algo. ¿Cuantas veces debo haber sentido durante un instante que me iba a estallar la cabeza después de recibir una pregunta? Y me quedo callada durante un momento (antes solía ser bastante más tiempo), para poder gestionar mi agobio por una parte, y para poder ordenarme las ideas por otra (el problema es que me aparecen demasiadas posibles respuestas y no puedo darlas todas a la vez). Yo necesito recibir paciencia y ver muestras claras de interés en la otra persona para poder sentirme a gusto, y sin embargo, hay gente muy impaciente. A veces yo también lo soy. A veces pedirle a mi cabeza que deje de correr tanto para darle tiempo a hablar a otra persona, mientras me concentro para no dejar de prestarle atención ( y especialmente, que no note que mi cabeza quiere irse divagar sobre otros asuntos que no le incluyen), a veces me parece un esfuerzo sobrehumano. ¿Cómo se combinan ambas necesidades? Incluso en un mundo ideal sería difícil. En este, totalmente imposible.

Creo que el feminismo que me gusta a veces se pasa de optimista. Lo queremos todo y lo queremos ya. Así que por una parte pretendemos acabar con las normas sociales y por otra intentamos que todas las personas se sientan incluidas sin darles unas referencias (normas sociales) de guía. Lo que resulta es que se dan consignas que se van difundiendo hasta que aparecen ("se crean colectivamente") otras supuestamente mejores y se intenta que reemplacen o complementen las anteriores.

Un lío.

Y además, un lío que se da dentro de un sector de la población minúsculo.

Volviendo al principio. Más o menos todas las filosofías de no-monogamia con principios incluye un punto de partida que es una red afectiva. Se supone que es la garantía para aguantar todo el resto. Esas redes afectivas son las que se supone que compensan esa necesidad de que hablo, se supone que cubren la necesidad de afecto e incluso quizás otras, como la económica o la sexual.

El tema es... ¿quien forma parte de esas redes afectivas? En las representaciones que he encontrado hay básicamente cuerpos normativos, a menudo con bastante dinero. A veces son cuerpos con cierta disidencia de género, a veces son no blancos, pero poco más. Si las redes afectivas son, a efectos prácticos, un grupo de amigxs, creo que no se está cumpliendo el objetivo de acabar con la exclusión.

(Voy a publicarlo tal cual, aunque seguramente requiere bastante revisión y también me gustaría incluir algunos enlaces, pero ahora no tengo tiempo y no sé cuanto tardaré en tener tiempo y ganas de hacerlo)