lunes, 30 de julio de 2012

Cultura e información ¿libres?

Una vez voté al Partido Pirata. No quería votar a ninguno de los partidos más conocidos, a cada uno por razones distintas, así que me puse a mirar qué otros partidos había. Me quedé con este como podría haber elegido a otro...

Luego decidí que no, que no me gustaba. Porque hablan de libertad, pero solo de forma superficial. De una forma muy parecida a como lo hacen los partidos neo-liberales. Mucho de libertad de consumir, poco de libertad de ser. Está muy bien la idea de cultura e información libres, pero ¿cómo se compensa? Esa cultura y esa información son creadas o tratadas por alguien. ¿Deben hacerlo gratis? Y de ser así, ¿cómo se supone que van a vivir?

El caso más conocido y del que más se suele hablar es el de la música. Sin embargo, es el que me parece más fácil de solucionar. Bastaría con unirse y generar un modelo distinto al que se usó durante las épocas previas a emule. Aunque eso requiere ser capaz de asumir que ese modelo antiguo ha quedado obsoleto y que el siguiente es posible que no genere las mismas ganancias. También es cierto que la subida del IVA de un 8% a un 21% para los conciertos no parece que vaya a ayudar mucho...

Me preocupa más el periodismo. Porque aunque a veces me meta con lxs periodistas, realmente creo que un periodismo de calidad es indispensable para conseguir una sociedad sana. La venta directa (básicamente, en formato papel) sigue cayendo. Y el resto de alternativas pasan por la publicidad. Miento, existe otra, que la fuente económica sea el estado (aunque esa también tiene sus riesgos). El riesgo de sesgo, o de ser completamente parcial, es aun mayor de lo que ya era. Y eso hace mucho más difícil el periodismo de calidad, el periodismo a pequeña escala y el periodismo que habla de lo que otros medios prefieren dejar de lado.

En este tema, de nuevo, me encuentro con la contradicción entre las distintas necesidades y reivindicaciones. En un mundo ideal, la cultura debería ser 100% libre. Más aun, debería potenciarse su difusión al máximo, sin distinguir entre la capacidad adquisitiva de quien la consuma. Lo mismo con la información. Sin embargo, en un mundo ideal, todo el mundo tendría también garantizado el derecho a vivir, y se incentivarían los comportamientos que beneficien al colectivo, algo que actualmente no existe. Mientras no consigamos llegar a ese mundo ideal, sigue siendo necesario buscar soluciones, y esas soluciones deben ser completas. Quedarse en el eslogan de "cultura libre" puede ser muy contraproducente.

Decir que la cultura o la información son libres porque son gratis (por lo menos en apariencia) es una verdad a medias. Para que sean realmente libres, deben ser libres quienes crean la cultura, quienes la difunden, o quienes buscan y transmiten la información.

domingo, 22 de julio de 2012

Libertades

Leo este artículo sobre poliamor de Coral Herrera y pienso "¡Qué idílico! ¿Por qué no lo practico yo?". Algo parecido con éste de Mónica Quesada, leído en Pikara. Siempre que leo algo sobre libertad sexual o libertad amorosa me pasa lo mismo. Me encanta como lo pintan. Libertad, repartir el amor y no guardarlo, disfrutar del sexo sin limitarlo a una sola persona, todo muy bonito.

Luego recuerdo. ¿Acaso solía ligar mucho yo estando soltera? Y desde que tengo pareja, ¿me he encontrado a menudo con que me supusiera un problema tener que mantener la fidelidad sexual? La respuesta es no, en ambos casos. Entonces, ¿qué sentido tiene?

De verdad, a mí me encantaría ponerlo en práctica, tener varias parejas, ahora estar con una, ahora con la otra. De capacidad de amar no me falta. De deseo sexual, tampoco. Creo plenamente en la libertad. Y también creo que cuando más distribuyes los afectos, más fácil es aguantar la pérdida de alguno.

Es uno de los problemas que tengo con el feminismo que me gusta. Siempre tengo la sensación de que le hablan a otra persona. Una muy distinta a mí. Me hablan de libertades, pero siempre son libertades que no puedo compartir. Me hablan de deseos y de diversificar los cuerpos de deseo, pero yo nunca soy uno de ellos. Me hablan de putofobia, y yo recuerdo las veces que me han insultado llamándome beata o monja. ¡Como si fuera por gusto!

Oigo que lxs bisexualxs somos más afortunadxs porque tenemos más donde elegir. Y me da la risa. Leo a un machista diciendo que las mujeres nos quejamos por vicio porque ya querrían los hombres que todas las mujeres los desearan. Y me asombra (no puedo remediarlo, a pesar de la experiencia) que alguien crea de verdad que todas las mujeres son igualmente deseadas por el mero hecho de ser mujeres. Oigo la frase "tengo tetas" en boca de mujeres, tanto en Big bang theory como en How I met your mother, como si fuera justificación para todas las cosas buenas que les pasan, y es un chiste, pero no me hace gracia.

Y a pesar de lo expuesto, también me dicen cosas por la calle. Eso que ahora llaman acoso callejero. Y me dan miedo, no por sus palabras, sino por sus miradas. Miradas que me hablan de lo que me harían si creyeran que nadie más iba a enterarse. O que se enterarían, pero que a ellos no les pasaría nada malo. Ese es el problema, saber que lo harían. Y sentir ese miedo, y bajar la mirada, caminar más rápido, evitar determinadas calles; perder libertad.

Siempre me ha acompañado un concepto de libertad algo distinto al que veía a mi alrededor. Reclamo la libertad de ser como soy, algo frecuente. Pero lo acompaño de mi deseo de libertad de sentir miedo. Libertad de ser cobarde. Libertad de no ser brillante. Libertad de no encajar. Libertad de ser, signifique lo que signifique eso.

miércoles, 18 de julio de 2012

Privilegios

Ahora que se habla de los recortes a lxs funcionarixs, aprovecharé para escribir de lxs profesorxs asociadxs.

Desde que empezó la crisis, se ha citado repetidamente a "los funcionarios", como privilegiadxs a quienes había que recortar sus derechos adquiridos, cuando a menudo se trataba de "lxs trabajadorxs públicxs". La diferencia es muy importante, y no deja de sorprenderme lo poco que se habla de esto en los medios de comunicación "oficiales". Una persona funcionaria tiene ciertas ventajas en comparación al resto de trabajadorxs, como por ejemplo que es muy difícil que pierdan su lugar de trabajo (como Nota: ninguna de esas ventajas debería ser considerada un privilegio, ya que todas deberían ser habituales para la mayoría de gente trabajadora). Pero no todas las personas que reciben un sueldo público (por parte del estado u otra administración) son funcionarixs.

El caso que he conocido más (pero que no es ni mucho menos el único) es el que lxs profesorxs asociadxs de la universidad. En teoría, se supone que unx proferorx asociadx es una persona que trabaja para una empresa privada y transmite su experiencia en esta a la universidad, dando clases en ella. Como no es su función principal y ya cuenta con otro sueldo, que se supone más importante, lo que recibe es una "compensación económica" por las horas invertidas. Eso es unos 500€ al mes por dar clases unas 6 horas semanales.

La teoría no está mal. Pero incluso cuando se aplica tal cual, tiene varios inconvenientes. En mi caso, estudié (y ahí sigo) una ingeniería. En este mundillo, 500€ mensuales no compensan (o no lo hacían, ahora igual sí) el sueldo que se deja de recibir por parte de la empresa en la que se trabaje por el mismo número de horas. Además de la incomodidad (y precio) de tener que desplazarse de un lugar de trabajo a otro. Esto provocó que en toda mi carrera, apenas conociera a dos o tres personas que realmente cumplían con este supuesto, cuando se supone que debería ser habitual. De hecho, de las personas en las que estoy pensando, una seguro que dejó la universidad hace años, y otra es muy probable que también, ya que al darnos clase no paraba de quejarse de las condiciones.

Entonces, si no hay profesorxs asociadxs, ¿dónde está el problema? Pues que sí que los hay. Su perfil es este: personas jóvenes, con poca experiencia laboral, que tienen trabajos precarios a menudo NO relacionados con sus estudios, que encuentran en la figura de "profesor asociado" la puerta de entrada a la universidad. En algunos casos, ni siquiera existe el otro trabajo que se supone que deben tener. Además, al ser la puerta de entrada a la universidad, no se limitan a dar las clases y marchar, sino que se quedan el resto de la semana para investigar (en el mejor de los casos) para poder escribir y publicar artículos científicos que luego sirvan para conseguir una plaza fija y pagada decentemente. Esto significa que acaban percibiendo 500€ mensuales por trabajar más de ocho horas diarias.

No sé si este último recorte que se anuncia sobre "los funcionarios" les afecta o no. No lo sé porque todas las personas que conocía que tenían este tipo de plaza, ya no trabajan en la universidad, las echaron por no besar el suelo con suficientes ganas al paso del profesor-cacique de turno. Con la excusa de los recortes, claro. No importó mucho que el profesor-cacique de turno tuviera un sueldo cuatro o cinco veces superior al suyo, ni que llevara años (o décadas) sin hacer nada de investigación, ni que su jornada laboral fuera de unas cuatro horas diarias (y gracias), ni que el poco trabajo que hacía lo hacía mal, etc. etc.

Sí sé que hace un par de años, cuando desde la Generalitat de Catalunya se impulsó también una rebaja del sueldo de lxs funcionarixs de un 5% (y posterior congelación), también se les recortó el sueldo a lxs profesorxs asociadxs, ignorando que no son funcionarixs y que su sueldo real estaba por debajo del sueldo mínimo legal.

Así para acabar, un dato que me dejó muy triste: sale mucha más gente del país de la que entra. Tengo un pie aquí y otro allí, y muchas de mis amistades están en situación parecida. Personas jóvenes, con estudios universitarios, que no ven ningún fururo en España. Lo peor de la crisis no llega ahora, lo hará en unos años, cuando descubran que no hay jóvenes para suplir ninguno de los puestos vitales del país.

domingo, 15 de julio de 2012

Consensos

¿Es posible el consenso? Discuto con una persona cercana y me dice que pretendo ser anarquista, pero en realidad soy comunista. Me cuenta: en un pueblo se quiere instaurar un sistema anarquista local, donde las decisiones se toman en asamblea y por consenso. Pero... ¿qué pasa si una persona en el pueblo no quiere ser anarquista? Según esta persona cercana esta es una contradicción insalvable de los sistemas anarquistas, al no poder imponer nada, basta con que una sola persona se oponga para que sea imposible mantener el sistema.

Sin llegar tan lejos, el consenso al 100% a mí hace tiempo que no me parece posible. ¿Cómo va a serlo? Los tiempos en los que podía creérmelo pasaron hace años, después de pasar por una asociación llena de personas con muy buena voluntad y una total incapacidad de ponerse de acuerdo. Los mejores tiempos de esa asociación se dieron bajo una mini-dictadura, donde una sola persona decidía prácticamente todo.

Unas semanas antes de empezar este blog fui a una charla de Miren Etxezarreta. Me fascinó. Entre otras cosas contaba que no deberíamos tener todas las respuestas de antemano, ni ponernos de acuerdo necesariamente. Que cada persona debe actuar según cómo crea que es mejor hacerlo. Me pareció una de las ideas más revolucionarias que había oído nunca. Si a mí me encanta la diversidad, si creo que la diversidad es lo mejor que tiene la humanidad, ¿cómo puedo pretender que todo el mundo se ponga de acuerdo para conseguir algo?

Si no creo en el consenso es precisamente porque no soy comunista, es porque no creo en el pensamiento único.

miércoles, 4 de julio de 2012

Engaños

Nos dejamos engañar sistemáticamente. Algunxs pretendemos ver más allá, pero caemos igual.

Un ejemplo ya 'clásico', el Che. Con sus gorras, camisetas, banderas, chapas, etc. Un gran negocio gracias a uno de los mayores enemigos del capitalismo de toda la historia. Otro ejemplo más reciente: las máscaras de V de Vendetta. En este caso, ni siquiera es por un personaje histórico, realmente es gracias a la película y al comic de Alan Moore, es decir, algo creado para ser vendido. En su momento me sorprendió de Hollywood pusiese dinero para hacer una peli tan "revolucionaria", casi peligrosa (me pareció), ahora ya lo entiendo...

A otro nivel, hace unos años, mientras estaba pensando sobre el racismo, caí en la cuenta que yo lo era mucho... con "los chinos" (ese grupo del que a menudo se habla como si fueran máquinas sin emociones que viven únicamente para trabajar y ganar NUESTRO dinero). Qué estupidez, ¿no? Tan preocupada con el racismo hacia negrOs y árabes, al pensar en discriminación se me olvidaba que existían otras razas en el mundo... Ahora empiezo a ver algo parecido con lOs alemanes, aunque en teoría nos distinguen menos cosas de ellOs. (Remarco las O por este post de Loreto, lo de Todas las mujeres son blancas, todos los negros son hombres pero algunas de nosotras somos valientes, es otro buen ejemplo de nuestra excesiva simplicidad al pensar.)

Y más cosas, sencillas, gracias a la publicidad, esa herramienta indispensable de un sistema capitalista, donde se invierten un montón de recursos cuando nadie se beneficia directamente de ella. Ahora que se habla tanto de las primas a los futbolistas, ¿de dónde sale ese dinero? Básicamente de la publicidad indirecta que se consigue a través del fútbol, gracias al vínculo emocional que lxs aficionadxs generan al seguir a sus equipos y selecciones. En muchos casos, las mismas personas que critican la cantidad de las primas son las que las están financiando indirectamente. 

Pienso en cosas banales, como los móviles, facebook, twitter, este mismo blog, los buscadores como google, etc. Todas esas cosas que aparentemente nos dan libertad, pero que en realidad son principalmente herramientas de control sobre las personas que las usan. No hay que pensar mucho para ver que las empresas que hay detrás (quizá no tanto en el caso de móviles), consiguen beneficios gracias a la información personal que vierten sus usuarixs, que a continuación es tratada y vendida a otras empresas, usada para enfocar la publicidad de manera que resulte más efectiva. El día que descubrí las cantidades de dinero que las grandes empresas están dispuestas a gastar para conseguir que sus "productos" (odio esa palabra) sean más vendibles, comprendí lo escandaloso de todos estos sistemas que nos ofrecen como "gratuitos". Incluso hay quien cree de verdad que es a través de ellos que se va a cambiar el mundo (vale, es realmente gracioso que escriba esto en un blog de blogger).

Al final, incluso si se pretende seguir en un modelo capitalista, pero un poco más justo y sostenible, hay que tratar de ser coherente. Y eso significa no comprar cosas innecesarias. Por mucha afinidad que sintamos hacia la idea representada en esas cosas. La cuestión es, ¿qué o quien hay detrás?

Me he propuesto tratar de gastar cero euros en cosas inútiles, y tratar de comparar lo que me parece justo, aunque sea más caro: comida generada en las cercanías, preferiblemente por cooperativas agrarias y sin pesticidas ni transgénicos, energía de origen sostenible, y para todo lo demás, cosas de segunda mano. Me falta un elemento importante: lo de no gastar ahora mismo es fácil, porque tampoco tengo dinero para hacerlo. Lo de gastar más, por mucho que sea en cosas que valen la pena... va a ser más difícil.