Hace años hablaba con una persona de esas a las que les contaba cosas difíciles. Una de tantas. Una más con la que luego perdí el contacto, como con la mayoría. Cosas de la vida moderna. Me fascina este encontrarse y separarse. Aunque no era el tema sobre el que pretendía escribir.
Decía que hablaba con ella. Y le contaba mi miedo por no saber lo que pasaba en la vida de una tercera persona. Y le dije algo como: ¿y si me necesita y no estoy? O quizá no. Quizá era algo más como: ¿y si le pasa algo y no me entero?
En cualquier caso ella me hizo ver lo absurdo de pensar así. Primero porque era muy poco probable. Luego, porque aunque le pasara, no cambiaba nada el hecho de que yo lo supiera. Y por último, porque esa persona no se preocupaba tanto por mí.
Y era cierto.
Ahora intento no cargar con lo que no me toca. Aunque a veces es difícil. Y vuelven mis miedos. A no estar. A no enterarme. Ahora respiro hondo y recuerdo... todas esas personas por las que me preocupé y que me lo pagaron haciéndome daño. No porque crea que no vale la pena preocuparse por otras personas, al contrario, sigo creyendo que cuando quieres a alguien (en el sentido amplio, no el que se refiere solo a la pareja) hay que darlo todo por esa persona. Sino por ponerlo todo en contexto y relativizar la importancia de los dramas del presente.
Si no estoy yo, estará otra persona o personas. Si he hecho algo inadecuado, será capaz de superarlo y seguir con su vida. Si nos perdemos, encontraremos a otras personas.
Respiro y pienso que en este instante lo único que importa es mi propia respiración. La vida sigue. Los malos momentos pasan. Las cosas que importan son siempre sencillas. Es la crema de calabacín con tostaditas (me encanta la crema de calabacín con tostaditas). Es poder sonreír a otras personas, no importa tanto quienes sean esas otras personas. Es tener personas a las que querer, tampoco importa tanto quienes sean esas personas. Es el hecho de respirar.
viernes, 14 de diciembre de 2012
martes, 11 de diciembre de 2012
Sobre China
Leo un interesante y completo artículo sobre China. Según este, China está basando su crecimiento económico en una burbuja (muy parecida a la española) de dimensiones descomunales y que está muy cerca de su final. De ser cierto, provocará un terremoto en la economía mundial. Aunque también haría que bajara el precio del petróleo, lo cual, aquí en España, provocaría temporalmente cierta sensación de tranquilidad (puede que hasta bajara el precio de los productos básicos en relación a los salarios). Solo temporal, repito. Luego el precio volvería a subir, seguramente por encima de su precio actual y más allá.
sábado, 8 de diciembre de 2012
Algunos escenarios
Ayer pasé largo rato discutiendo sobre posibles panoramas post-apocalípticos. Creo que en un contexto friky es una buena manera de introducir el tema. Tenemos muchas opciones:
- Montar negocios que funcionen durante la transición. Siempre me parece muy divertido esto de imaginar futuros en los que un grupo anticapitalista nos enriquecemos aprovechando el sistema capitalista y a costa del sufrimiento ajeno. Me hace pensar en lo que cuesta interiorizar los conceptos de izquierdas que rompen con el actual sistema. Y me da ganas de reír por no llorar.
- Seguir el ejemplo de ciertas personas de Estados Unidos obsesionadas con el "sálvese quien pueda"... durante un año. Pudiendo vivir un año con las reservas guardadas en un búnker, quien quiere sistemas alternativos durante toda la vida. Este tipo de cosas me hacen pensar que, si un día tiene que caer un meteorito que acabe con la vida en la Tierra, espero que me caiga justo encima de la cabeza para asegurarme una muerte rápida e indolora. ¡Qué menos!
- Apuntarnos a una comuna hippy. O algo así. Esta es mi opción favorita, claro.
- Una opción a medio camino. Ir a vivir a un pueblo, con terrenos para cultivar en los alrededores. Aprovechar nuestros conocimientos técnicos para hacer la vida lo más llevadera posible. Intentar juntar fuerzas (política local) para conseguir una autogestión eficiente y que no deje a nadie (por lo menos de esa zona) sin unos mínimos cubiertos. Esta es la más razonable.
- Alguna otra ida de olla tipo armarnos hasta los dientes. Lo que da miedo de esta opción es que seguro que a alguien le da por seguirla.
De la opción "cambiar el mundo" en plan global ni siquiera hablamos. Supongo que en el fondo no creemos que eso sea posible. Aunque alguna de las opciones (la tercera y la cuarta) sí que van en la dirección de hacer cambios locales que podrían llegar a representar un cambio más global.
- Montar negocios que funcionen durante la transición. Siempre me parece muy divertido esto de imaginar futuros en los que un grupo anticapitalista nos enriquecemos aprovechando el sistema capitalista y a costa del sufrimiento ajeno. Me hace pensar en lo que cuesta interiorizar los conceptos de izquierdas que rompen con el actual sistema. Y me da ganas de reír por no llorar.
- Seguir el ejemplo de ciertas personas de Estados Unidos obsesionadas con el "sálvese quien pueda"... durante un año. Pudiendo vivir un año con las reservas guardadas en un búnker, quien quiere sistemas alternativos durante toda la vida. Este tipo de cosas me hacen pensar que, si un día tiene que caer un meteorito que acabe con la vida en la Tierra, espero que me caiga justo encima de la cabeza para asegurarme una muerte rápida e indolora. ¡Qué menos!
- Apuntarnos a una comuna hippy. O algo así. Esta es mi opción favorita, claro.
- Una opción a medio camino. Ir a vivir a un pueblo, con terrenos para cultivar en los alrededores. Aprovechar nuestros conocimientos técnicos para hacer la vida lo más llevadera posible. Intentar juntar fuerzas (política local) para conseguir una autogestión eficiente y que no deje a nadie (por lo menos de esa zona) sin unos mínimos cubiertos. Esta es la más razonable.
- Alguna otra ida de olla tipo armarnos hasta los dientes. Lo que da miedo de esta opción es que seguro que a alguien le da por seguirla.
De la opción "cambiar el mundo" en plan global ni siquiera hablamos. Supongo que en el fondo no creemos que eso sea posible. Aunque alguna de las opciones (la tercera y la cuarta) sí que van en la dirección de hacer cambios locales que podrían llegar a representar un cambio más global.
viernes, 7 de diciembre de 2012
Violencia y placer
Vuelvo a un tema más feminista, voy a intentar escribir una entrada difícil para mí. Pienso que como lectora de blogs, ante una entrada como esta me gustaría un aviso. Aunque soy yo: no soporto la violencia, soy capaz de ponerme a llorar solo por ver discutir a otras personas, y si estoy viendo una peli y me encuentro la escena de una violación, o cambio de canal o marcho de la habitación (según las circunstancias).
Y este es el tema: violación. Hace días escribí esta entrada. Al final hablaba de una historia no contada. No voy a contarlo todo ahora, pero sí a situarlo. Tenía cuatro o cinco años, o quizá ambas edades, lo cierto es que no recuerdo mucho.
María Llopis escribió sobre la violación que sufrió en La Habana. Y de cómo lo vio venir y decidió evitar el dolor físico. Y de cómo tuvo un orgasmo. Y a mí me da justo ahí, en el centro de mis pensamientos sobre este tema. Cuando me imagino volver a vivir una violación a menudo me lo imagino así, colaborando para hacerlo menos desagradable. Intentando disfrutar. Aunque suene contradictorio, o algo más allá de la contradicción.
Empecé a masturbarme con cuatro o cinco años. Después de. Aunque claro, no sabía lo que era. Al principio no sabía que una debía esconderse para hacerlo, de tan poco que sabía nada. Luego me llegó el mensaje de que era algo malo y que debía esconderlo. No, debía evitar hacerlo. Pero era incapaz de seguir mis "buenos" propósitos, así que me sentía culpable y me aterrorizaba que nadie llegara a enterarse de lo que hacía. Mucho mucho más tarde (ya adolescente) recuerdo que oí la noticia en la tele de que un estudio decía que la masturbación femenina no solo no era mala, sino que hasta mejoraba la salud de las mujeres. Y entre otras cosas, que subía la autoestima. Y yo pensé que no, que a mí solo me la bajaba y que ojalá pudiera dejar "ese vicio".
Puede que parezca que me he ido del tema, pero creo que no, que es la misma mierda. La mierda de sentirse culpable por sentir placer. La brutal violencia que supone sentirse culpable por sentir placer.
Cuando descubrí que había gente que cortaba el clítoris a las niñas, lo que más me cabreó no era la mortandad de niñas que eso provocaba, ni los problemas en los partos, ni otras cuestiones relacionadas con la salud. Era el hecho mismo de decir que una buena mujer no siente placer físico, hasta el extremo de robarle esa capacidad a las niñas. Y ese mensaje no hay que buscarlo lejos, está aquí mismo, nunca se fue. Basta buscar un poco en Internet para encontrarse millones de fantasías de violaciones en las que "ella en realidad lo desea", refiriéndose a que ella siente placer físico. Y aquí como nota: sentir placer físico NO significa desearlo. No lo significa en absoluto, y no hace que una violación sea menos violación. Puede parecer obvio, pero a mí me ayudó mucho hacerme esa observación.
Volviendo a mi tema, a menudo me he preguntado qué lleva a un niño a actuar como actuaba mi agresor. Su objetivo obviamente tampoco era el placer físico. Se le da demasiada importancia al placer. Creo que se trataba más de control, de poder.
En fin, la vida va de ser feliz, no de tener excusas para ser infeliz. Al final dejé de sentirme culpable por masturbarme y me dediqué a disfrutarlo como uno de los placeres sencillos de la vida.
Y este es el tema: violación. Hace días escribí esta entrada. Al final hablaba de una historia no contada. No voy a contarlo todo ahora, pero sí a situarlo. Tenía cuatro o cinco años, o quizá ambas edades, lo cierto es que no recuerdo mucho.
María Llopis escribió sobre la violación que sufrió en La Habana. Y de cómo lo vio venir y decidió evitar el dolor físico. Y de cómo tuvo un orgasmo. Y a mí me da justo ahí, en el centro de mis pensamientos sobre este tema. Cuando me imagino volver a vivir una violación a menudo me lo imagino así, colaborando para hacerlo menos desagradable. Intentando disfrutar. Aunque suene contradictorio, o algo más allá de la contradicción.
Empecé a masturbarme con cuatro o cinco años. Después de. Aunque claro, no sabía lo que era. Al principio no sabía que una debía esconderse para hacerlo, de tan poco que sabía nada. Luego me llegó el mensaje de que era algo malo y que debía esconderlo. No, debía evitar hacerlo. Pero era incapaz de seguir mis "buenos" propósitos, así que me sentía culpable y me aterrorizaba que nadie llegara a enterarse de lo que hacía. Mucho mucho más tarde (ya adolescente) recuerdo que oí la noticia en la tele de que un estudio decía que la masturbación femenina no solo no era mala, sino que hasta mejoraba la salud de las mujeres. Y entre otras cosas, que subía la autoestima. Y yo pensé que no, que a mí solo me la bajaba y que ojalá pudiera dejar "ese vicio".
Puede que parezca que me he ido del tema, pero creo que no, que es la misma mierda. La mierda de sentirse culpable por sentir placer. La brutal violencia que supone sentirse culpable por sentir placer.
Cuando descubrí que había gente que cortaba el clítoris a las niñas, lo que más me cabreó no era la mortandad de niñas que eso provocaba, ni los problemas en los partos, ni otras cuestiones relacionadas con la salud. Era el hecho mismo de decir que una buena mujer no siente placer físico, hasta el extremo de robarle esa capacidad a las niñas. Y ese mensaje no hay que buscarlo lejos, está aquí mismo, nunca se fue. Basta buscar un poco en Internet para encontrarse millones de fantasías de violaciones en las que "ella en realidad lo desea", refiriéndose a que ella siente placer físico. Y aquí como nota: sentir placer físico NO significa desearlo. No lo significa en absoluto, y no hace que una violación sea menos violación. Puede parecer obvio, pero a mí me ayudó mucho hacerme esa observación.
Volviendo a mi tema, a menudo me he preguntado qué lleva a un niño a actuar como actuaba mi agresor. Su objetivo obviamente tampoco era el placer físico. Se le da demasiada importancia al placer. Creo que se trataba más de control, de poder.
En fin, la vida va de ser feliz, no de tener excusas para ser infeliz. Al final dejé de sentirme culpable por masturbarme y me dediqué a disfrutarlo como uno de los placeres sencillos de la vida.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Derrota
Hay días que me parece increíble que todo siga "igual". La gente en la calle, paseando de una tienda a otra, las luces de navidad, las conversaciones de planes futuros... De vez en cuando todo me parece un sueño.
Como ver un tren acercándose a toda velocidad y avisar al resto de la gente para que se aparte a tiempo, y que se limiten a ignorarme, a mirarme como a una loca y a seguir con lo suyo. Hasta conseguir que yo misma dude de mis sentidos.
Hacía tiempo que no dudaba tanto de mí y de mi capacidad para comprender el mundo. Una cosa es pensar que me falta información, o que no he analizado los datos que tengo con la suficiente atención, incluso que igual necesito otra perspectiva. Esto es muy distinto: es volver a doblepensar. Como vivir en dos realidades distintas a la vez, la que indican mis sentidos, y la que dicen lxs demás.
La parte positiva es que creo que ya veo el camino (aun borroso) y poco a poco van apareciendo los pasos a seguir. Me da miedo hacerlo sola. Pero también sé que los grupos de gente a veces necesitan que alguien empiece a moverse para poder seguirle, incluso cuando ese alguien tiene tan poco liderazgo como yo.
Vuelvo a acordarme de Battlestar Galactica. Quizá toca asumir la derrota y empezar a actuar en consecuencia.
Si en algún momento llego a ver el camino más claro, lo escribiré. Si no lo hiciera, este blog dejaría de tener su sentido (si es que lo tiene). Mientras, seguiré con las chorradas de costumbre. Como calcular cuanta energía gasto. Es un proyecto interesante, me considero una persona que gasta más bien poco en relación a la gente de mi alrededor, pero estaría bien cuantificarlo, quizá me sorprenda.
Como ver un tren acercándose a toda velocidad y avisar al resto de la gente para que se aparte a tiempo, y que se limiten a ignorarme, a mirarme como a una loca y a seguir con lo suyo. Hasta conseguir que yo misma dude de mis sentidos.
Hacía tiempo que no dudaba tanto de mí y de mi capacidad para comprender el mundo. Una cosa es pensar que me falta información, o que no he analizado los datos que tengo con la suficiente atención, incluso que igual necesito otra perspectiva. Esto es muy distinto: es volver a doblepensar. Como vivir en dos realidades distintas a la vez, la que indican mis sentidos, y la que dicen lxs demás.
La parte positiva es que creo que ya veo el camino (aun borroso) y poco a poco van apareciendo los pasos a seguir. Me da miedo hacerlo sola. Pero también sé que los grupos de gente a veces necesitan que alguien empiece a moverse para poder seguirle, incluso cuando ese alguien tiene tan poco liderazgo como yo.
Vuelvo a acordarme de Battlestar Galactica. Quizá toca asumir la derrota y empezar a actuar en consecuencia.
Si en algún momento llego a ver el camino más claro, lo escribiré. Si no lo hiciera, este blog dejaría de tener su sentido (si es que lo tiene). Mientras, seguiré con las chorradas de costumbre. Como calcular cuanta energía gasto. Es un proyecto interesante, me considero una persona que gasta más bien poco en relación a la gente de mi alrededor, pero estaría bien cuantificarlo, quizá me sorprenda.
lunes, 3 de diciembre de 2012
Algunas alternativas
Los últimos días he estado bastante de bajón. La charla a la que fui el miércoles pasado me dejó muy mal sabor de boca. Más que nada porque era por parte de uno de los grupos de gente que debería estar apuntando soluciones y respuestas, y en vez de eso, solo repitieron el manido "cambiar los hábitos de consumo". Que sí, que es necesario, más aún: indispensable. Pero no suficiente. Especialmente si solo se focaliza en la comida.
En The Oil Crash, han publicado un artículo traducido ofreciendo un sistema de "Simplicidad radical" en el que la clase media consigue vivir razonablemente bien en caso de "Gran Colapso" (cómo les gustan los nombres grandilocuentes). Es decir, como se podría vivir bien sin necesidad de gastar la cantidad brutal de energía que se gasta actualmente entre las clases medias de los países "ricos". Algo que, si te paras a pensar, representa una proporción de la población mundial francamente pequeña. También se le pueden criticar otras cosas, como que peca de exageradamente optimista (por muchas razones). Pero aun así, me parece interesante por el enfoque: estoy convencida de que es posible vivir perfectamente y ser plenamente feliz sin tanto gasto absurdo.
Decía que he estado de bajón, pero como siempre, llega el momento de "cambiar de chip" e intentar ver qué hacer a continuación, que sea razonable y no consista en tirarse por el balcón (o cualquier otra forma de suicidio). Hay muchas cosas que se están haciendo y que van en la línea de cambiar algunos de los problemas más graves que tenemos. Por ejemplo, para paliar en parte la dependencia de comida del exterior de las ciudades, en Barcelona está este proyecto: Incredible Edible. No es el único, hay varias cooperativas de consumo de alimentos, que siempre son de proximidad y a menudo ecológicas. En este mismo sentido cada día me gusta más la idea de volverme vegetariana.
De las elecciones catalanas, una de las mejores noticias fue la entrada de la CUP en el Parlament. En eldiario.es hoy publican una entrevista a Quim Arrufat. Me pasé las semanas previas a las elecciones contándole a todo el mundo que si fuera independentista, les votaría. No sé si convencí a alguna de mis amistades independentistas. En cualquier caso creo que tienen un discurso muy interesante y atractivo, y que va en línea de lo que cada día más personas creemos que debe ser la democracia.
En el mismo periódico digital, hace días entrevistaron a Ada Colau, de la plataforma de afectados por la hipoteca (PAH). Me declaro totalmente fan de esta mujer. De nuevo, hablamos de un movimiento social que intenta cambiar las cosas desde abajo, y que rechazan tener ningún líder ni ninguna lideresa. En este caso, toca otro tema vital: la vivienda.
Por supuesto, hay muchas más cosas que se están haciendo. Aunque sigo pensando que es poco probable que tengan éxito, creo que por lo menos hay que intentarlo.
En The Oil Crash, han publicado un artículo traducido ofreciendo un sistema de "Simplicidad radical" en el que la clase media consigue vivir razonablemente bien en caso de "Gran Colapso" (cómo les gustan los nombres grandilocuentes). Es decir, como se podría vivir bien sin necesidad de gastar la cantidad brutal de energía que se gasta actualmente entre las clases medias de los países "ricos". Algo que, si te paras a pensar, representa una proporción de la población mundial francamente pequeña. También se le pueden criticar otras cosas, como que peca de exageradamente optimista (por muchas razones). Pero aun así, me parece interesante por el enfoque: estoy convencida de que es posible vivir perfectamente y ser plenamente feliz sin tanto gasto absurdo.
Decía que he estado de bajón, pero como siempre, llega el momento de "cambiar de chip" e intentar ver qué hacer a continuación, que sea razonable y no consista en tirarse por el balcón (o cualquier otra forma de suicidio). Hay muchas cosas que se están haciendo y que van en la línea de cambiar algunos de los problemas más graves que tenemos. Por ejemplo, para paliar en parte la dependencia de comida del exterior de las ciudades, en Barcelona está este proyecto: Incredible Edible. No es el único, hay varias cooperativas de consumo de alimentos, que siempre son de proximidad y a menudo ecológicas. En este mismo sentido cada día me gusta más la idea de volverme vegetariana.
De las elecciones catalanas, una de las mejores noticias fue la entrada de la CUP en el Parlament. En eldiario.es hoy publican una entrevista a Quim Arrufat. Me pasé las semanas previas a las elecciones contándole a todo el mundo que si fuera independentista, les votaría. No sé si convencí a alguna de mis amistades independentistas. En cualquier caso creo que tienen un discurso muy interesante y atractivo, y que va en línea de lo que cada día más personas creemos que debe ser la democracia.
En el mismo periódico digital, hace días entrevistaron a Ada Colau, de la plataforma de afectados por la hipoteca (PAH). Me declaro totalmente fan de esta mujer. De nuevo, hablamos de un movimiento social que intenta cambiar las cosas desde abajo, y que rechazan tener ningún líder ni ninguna lideresa. En este caso, toca otro tema vital: la vivienda.
Por supuesto, hay muchas más cosas que se están haciendo. Aunque sigo pensando que es poco probable que tengan éxito, creo que por lo menos hay que intentarlo.
sábado, 1 de diciembre de 2012
Positivo
Entrada rápida. Solo para dejar aquí la web de Positivo, grupo de Mozambique que lucha contra el SIDA/VIH y la discriminación que sufren las personas infectadas. Recordar que aunque aquí ya no es mortal (aunque sigue existiendo el estigma y problemas de salud asociados), el SIDA sigue matando a mucha gente en otros lugares del mundo.
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