jueves, 1 de agosto de 2013

Días como hoy

Solo tengo la cabeza clara a partir de las 3 de la madrugada. Debería arreglar mis horarios. Debería hacer muchas cosas. No consigo ganar peso. En realidad, sigo perdiendo peso. Odio perder peso. Sí, ya sé, "qué envidia", bla bla bla. Odio que la gente me diga que me tiene envidia por estar en los huesos y no conseguir engordar. No tiene nada de bueno, joder.

Hay días que estoy bien. Me siento fuerte. No físicamente, porque cuando estás tan delgada como yo, es imposible estar fuerte físicamente. Pero sí mentalmente. Hay días que me siento capaz de superar todos los problemas que tengo justo ahora. Y hasta me siento viva por tener que enfrentarme a ellos.

Y luego hay días como hoy.

Y en días como hoy lo único que me apetece es mandar a la mierda a todo el mundo. Especialmente a esas personas que se ofrecen a ayudarme. De palabra. Pero que no están aquí, a mi lado, ayudándome.

Y me pregunto de qué mierdas sirve todo. De qué mierdas me sirve saber que mis males no son solo míos. Que son colectivos. Que solo soy una de tantas personas que se creyó que formaba parte de la "clase media" y de la noche a la mañana se encontró con la pobreza. De frente. Aquí.

Y aun debería fustigarme. Porque tengo privilegios. Sí, tengo el privilegio de poder sobrevivir. Sobrevivir es un &%$& privilegio. Los derechos humanos son privilegios. Así son las cosas. Asúmelo, si se te respeta algún derecho humano es que eres una persona privilegiada.

Puedo sobrevivir, sí. ¿Pero hasta cuando? Aunque ahora ponga unos cuantos parches y tire adelante una temporada más, ¿aguantaremos la próxima oleada?

2 comentarios:

  1. Sempre que tinguis alguna cosa a fer o dir val la pena sobreviure

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  2. No sé si estic molt d'acord amb això... Però per ara sé que vull sobreviure, així que procuraré fer-ho ;)

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