miércoles, 13 de febrero de 2013

Protestar

Uno de mis profesores solía decir que la "música protesta" era contraproducente. Que la gente se dedicaba a cantar y gritar en los conciertos, pero no salía a la calle a luchar. No tengo muy claro que acertara, pero en caso de ser cierto, ahora con twitter es mucho peor.

Dicen que tienen derecho a quitarte todo lo que es tuyo y luego seguir pidiéndote cada gota que consigas. Pero si decides no vivir en estas condiciones, literalmente, decides no vivir, es una tragedia terrible, un asunto muy triste, aunque sería demagogia relacionar tus circunstancias con tu decisión. Y si te atreves a protestar, a levantar un poco la voz, si insultas, si no te quedas en tu sitio pacíficamente, entonces tus actos son inadmisibles. Es su derecho robarte, lo dice la ley; es inaceptable que tengan que oír tus gritos mientras te roban.

Luego se llenan la boca con la palabra democracia. Ellos pueden reírse en tu cara diciendo que quieren lo mismo que tú, añadiéndole ese nauseabundo tono paternalista y perdonavidas. Ellos pueden insultarse desde su hemiciclo (SU hemiciclo, no vayas a creer que es de "el pueblo"), pero tu tienes que asistir al espectáculo de cómo se ríen en tu cara sin mover ni una pestaña.

Y venga a escuchar lo maravilloso que es el papa que se va. Y venga a no escuchar ni una palabra de las muchas cosas que se le podrían criticar. Venga a hablar de su gran lucha contra la pederastia, pero ¿acaso ha puesto toda la información de la que dispone en manos de la justicia de cada país? Y prentenden que me crea que no podría haber hecho más. ¡Por Dios! Y el VIH campando a sus anchas, mientras sigue pregonando que bajo ningún concepto puede usarse el preservativo. Y se supone que debería alegrarme porque una vez, entre líneas, consiguió decir que igual, en algún supuesto, no es tan terriblemente pecaminoso su uso. Y en África financiando la propaganda homófoba. Fomentando el asesinato de personas por el imperdonable pecado de ser distintxs.

Y luego me viene la gente de izquierdas que sigue en la iglesia a contarme que en realidad no son tan malxs. Como si no fueran ellxs también quienes financian toda esa mierda. Quienes les consiguen apoyos para todas las barbaridades que siguen haciendo.

Y ahora queremos un papa negro, ¿verdad? Porque lo contrario sería racista. Da igual que los únicos cardenales negros sean los más conservadores (los que tienen las manos más sucias de sangre). No será mujer, no será gay, pero será negro, que es mucho mejor. El racismo se cura así. Ya lo vimos con Obama. Por eso ya tiene prohibida terminantemente la tortura, ya no asesina sin juicio previo a personas  fuera de las fronteras de EEUU, ya no interfiere en la política de otros países solo por temas económicos o geoestratégicos (me gustó la palabra), ha reducido drásticamente su potencia armamentística, etc. etc. (y todo esto era sarcástico, no vaya a ser que alguien se lo crea...).

Pido demasiado. Debe ser eso. Que de un plumazo les diera por cumplir los Derechos Humanos sería (es) pedir demasiado. Que de repente viviéramos en una democracia de verdad, supongo que también. La transparencia informativa debe ser una completa utopía. Y ya no hablemos de la coherencia, la responsabilidad, ni el resto de esas palabras tan grandilocuentes, que tan bien quedan en los discursos y tan poco se ponen en práctica.

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