miércoles, 28 de noviembre de 2012

Mínimos

Ir a una charla y apenas encontrar nada nuevo en lo escuchado. Y lo poco nuevo es prescindible, porque son más ejemplos de lo mismo. Abusos legales. O ilegales, pero no perseguidos por la justicia, más bien todo lo contrario. Abusos y más abusos, que de una forma u otra forman parte del sistema.

Y siempre la misma esperanza insatisfecha: encontrar respuestas. Pero no las hay. Caminante, no hay camino. Se hacen cosas aquí y allá, muchos esfuerzos dispersos y que no consiguen llegar a la raíz. Falta de fuerza. Falta de cantidad de gente con las suficientes ganas.

Y el cinismo de pensar que total, da lo mismo, al sistema tal y como lo conocemos le queda poco, en nada se hundirá y como no habremos sido capaces de adaptarnos lo bastante rápido, en su hundimiento se llevará a la mayoría de nosotrxs por delante.

No me gusta ser una de las personas más informadas porque eso significa que el resto lo está muy poco.

En algún momento me encuentro siendo muy borde. Y lo siento, de verdad que lo siento, porque ser borde no sirve de nada. Es lo opuesto a lo que quiero ser. Pero cómo evitarlo cuando la frustración es tan grande.

Mi yo pragmática se está echando una siesta. Voy a probar a despertarla. ¿Cómo actuar cuando lo ves todo perdido? Intentar perder menos... Ni eso veo cómo hacerlo. Si fuera rica intentaría comprar tierras de cultivo en desuso. Para que dejen de estarlo. Pero en este país nadie quiere vender ni un maldito metro de tierra, aunque no vayan a usarlo para nada. Es su "herencia familiar".

Se necesita: generar alimento. Conseguir un medio de transporte de ese alimento que no dependa del petróleo, gas ni carbón. Asegurarse de que el suministro de agua pueda mantenerse también sin ninguna de esas fuentes de energía. Colectivizarlo todo (especialmente las viviendas). Y conseguir un sistema de reparto justo y asumido por todo el mundo. Todo esto solo para tener las necesidades básicas cubiertas.

Luego hablamos de la salud y la educación y todo lo demás.

Quizá deberíamos centrarnos en conseguir que sea posible llegar a ese mínimo en poco tiempo. Y cruzar los dedos para que cuando los problemas se hagan mayores y más visibles, la mayoría de gente se vaya hacia la izquierda y no hacia la derecha.

No irán así las cosas... Pero si fuera posible, si lo consiguiéramos... El impacto sería mucho menor y podríamos ocuparnos del resto de problemas con un mínimo de tranquilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario