viernes, 12 de abril de 2013

Roles

A veces yo también lo hago. Para evitar pisar, me rebajo. Y al rebajarme, hay quien cree que necesito ayuda, hacer de "caballero andante" conmigo. Cuando me despisto, o si me apetece relajarme, me dejo hacer. Pero si se pasan o si estoy especialmente susceptible, me cabreo. Y entonces se quedan a cuadros, preguntándose qué bicho me habrá picado. Yo muestro que soy vulnerable, pero lo considero una fortaleza, no una debilidad. "Soy tan fuerte que hasta me puedo permitir demostrar que no soy Superwoman".

Yo también lo hago, pero no solo yo lo hago. Muchas mujeres (pero no todas las mujeres, ni tampoco solo las mujeres) también lo practican. Y el problema que tengo, problema grave grave, es que a veces me doy cuenta demasiado tarde de que estoy tomando el rol de "caballero andante" con ellas. Y odio reaccionar así, odio ser paternalista.

Una de las cosas curiosas es que esto lo hago también con mujeres a las que admiro muchísimo, mujeres gigantes, al lado de las que me siento muy pequeña. No sé si en un intento de sentirme más a su altura.

Yo soy consciente de ello. También soy consciente de que a muchas mujeres también les sale ese venazo de "caballero andante" conmigo (y no solo conmigo). Y no sé si lo saben. Y este juego de víctima-protectorx, que se va intercambiando, resulta agotador a veces.

Creo que me rodeo mucho más de hombres que de mujeres porque con ellos tengo mucho más claras las normas del juego, los roles que tomaremos. Sé qué puedo esperar, sé cómo actuar. Por lo menos, en líneas generales.

Estoy en una fase un poco así con el blog. No quiero sentar cátedra (esto ya lo escribí al empezar), solo me sale hablar de mis dudas existenciales. Pero son tan mías, que escribirlas aquí no tiene mucho sentido. No estoy continuamente cabreada como en otros momentos, ni tampoco ando pensando grandes novedades. Leo muchas cosas que me gustaría compartir. Pero son tantas tantas cosas, que no es factible compartirlo todo. Así que escribo menos. Y cuando escribo, lo hago mucho más sobre mí.

1 comentario:

  1. Hi ha vegades que caiem en aqest rol de "caballero andante" sense voler. El motiu més freqüent és perque veus una persona que et sembla que està desorientada (emocional, laboral o personalment en general) i la vols ajudar amb els teus consells... el problema és que potser aquesta persona vol estar desorientada, en el sentit que potser està buscant opcions de vida diferents a les que adoptaria si penses d'una forma més usual.

    D'altre banda, també tenim a gent que actua desde la superba més absoluta, creient que les seves opinios són les úniques que són vàlides. És el tipus de persona que es fica en la teva vida encara que ni tan sols li hagis demanat l'opinió.

    Amb el primer tipus de persones un encara pot tenir l'esperança que entenguin que no busques consells màgics (potser ni tan sols consells) i que l'únic que a vegades vols és a algú que escolti i tingui un mínim d'empatia. Amb els segons... millor apartar-se'n.

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